Monday, October 14, 2013

IRIS 1314 TASOCT Aisha


hola Mingo
Hace muchos días que intento enviarte el correo pero no he podido hacerlo por falta de tiempo o falta de ordenador.

 
Hola, soy Aisha y nací un 2 de enero de los corrientes (lo de corriente era porque hacía frío) de 1991 a la edad de 0 años. El día que nací fue un día muy movido (yo no se si es verdad, es lo que me han contado) ya que mi familia descubrió, por primera y única vez, que llegaba al mundo. No es que no me quisieran, todavía no me conocían lo suficiente, sino que mío madre no les había informado de mi existencia (muchas gracias mamá, te quiero más por ello). Así que sí, nací como muchos otros niños: con dos brazos, dos ojos, una boca, EN PELOTASD Y SIN UN DURO. Tampoco tuve una bienvenida como en las películas (ya traumándome desde pequeña eh…) pero es algo que no me preocupa porque tuve… ¡¡ un oso gigante!! Eso marcó mi vida pues empecé a ver la grandeza de la gente.
A medida que fui creciendo pensaba en qué iba a ser de mayor. Mi hermana me inspiró porque ella quería ser:
1. Caballera para salvar a sus amigas las princesas (dicho literalmente por ella)
2. Biciclista profesional
3. Pilotera de aviones
4: Veterinaria (el más normal de todos)
Así que pensé a lo grande como ella y quise ser (redoble de tambores)… ¡Pensionista!
No tenía ni idea de qué oficio era ese pero había oído que no pagabas nada y no tenías que trabajar, lo que me pareció perfecto.
Siendo más grande descubrí que no era un trabajo y empecé a buscar más referencias en mi familia. Me fijé en mi madre (la pobre trabajaba demasiadas horas y no tenía vida), en mi tía, en mi bisabuela, en mi padre y… ¿en mi abuelo? Pensé que por probar no perdía nada, excepto el tiempo si salía mal la cosa, y descubrí que era el más listo de la familia. Él no trabajaba, ni lo hace, y vivía a gastos pagados, con el más pequeño de mis tios, en casa de mi bisabuela. Así que decidí una cosa: de grande quería ser como mi abuelo y “vivir de tu madre hasta que puedas vivir de tus hijos”. La idea parecía divertida hasta que crecí y la vi inviable.
Me metí en bachillerato, hice el vago y aprobé. Quise estudiar psicología en la universidad pero no me aceptaron. Lo volví a intentar al siguiente año y acabé entrando en matemáticas. Estuve un año porque los números me volvieron loca con sus conversaciones múltiples e infinitas y no aprobé ni el patio así que alcé el vuelo hacia otros lares.
Recapacite y pensé mucho la cuestión. ¿Qué me gusta? Bueno, es algo relativo porque me gustan muchas cosas pero sólo me podía decidir por una (vaya tostón os estoy dando). Me gustaban los niños (acompañados con patatas y una salsa están mucho más buenos). Y pensé en hacer educación infantil. Me dejé influenciar y acabé haciéndolo en una academia privada. Tengo el curso pero fue una caca.
¿Y ahora qué hago? Pues animación sociocultural no parece estar mal (y turística, que no se me olviden los cruceros con los que están obsesionados todos nuestros profesores).
Y ¿mi futuro? Como de pequeña pensaba a lo grande, pues de grande, queriendo ser pequeña y no teniendo un delorean para volver al pasado, decido pensar como antes y me gustaría crear mi propia casa de colonias o poder trabajar en algún sitio con colectivos de gente con problemas de salud mental y psicológicos o deficiencias de algún tipo trabajando con cualquier edad pero prefiriendo niños y jóvenes.

Tomate, pera, manzana, limón y así me despido hoy

Muchas gracias

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